La oscuridad del pozo adormece

Busqué en la soledad el secreto de las palabras,

quise encontrar en profundas cavernas los secretos de los demás

y solo hallé, entre paredes de húmeda roca,

una única verdad... oscura, confusa y aterradora.

Desperté luego, pasados veinte siglos,
y el fango se había secado, y el suelo no era mullido.
La hojarasca y los huesos crujían al unísono,
el tiempo había borrado mi ser, si es que fue alguna vez.

Y de nuevo tuve que aprender las formas,
y otra vez tuve que estudiar los colores y las canciones,
y los juegos, y los sentimientos, y las mentiras,
hasta recordar que había olvidado la verdad,

una única verdad... oscura, confusa y aterradora.